Deje atrás la ciudad y adéntrese en la belleza de las montañas del Atlas justo cuando el sol comienza a ponerse.
Esta relajante excursión te llevará a un impresionante mirador de montaña donde podrás ver cómo el cielo se vuelve dorado y Agadir comienza a brillar debajo.
Tras disfrutar de la vista y tomar fotos inolvidables, nos dirigiremos a un encantador restaurante en Mohamedie, en lo alto de la ciudad. Allí, nos recibirán con un tazón caliente de harira (sopa tradicional marroquí), pan fresco y té de menta: el broche de oro perfecto para una velada tranquila.
Esta experiencia corta y dulce ofrece cultura, naturaleza y sabor en solo unas horas.