Saliendo de Dublín temprano por la mañana, su primera parada serán las magníficas ruinas del Castillo de Dunluce. Estas ruinas del siglo XIII se encuentran en los acantilados de Antrim y ofrecen unas vistas impresionantes del océano Atlántico. Una de las ruinas mejor conservadas de Irlanda del Norte. Es solo una parada para tomar fotos, pero sin duda merece la pena visitarlas.
A continuación, se encuentra uno de los momentos más destacados del día. La Calzada del Gigante consta de 40.000 columnas hexagonales de basalto entrelazadas, formadas hace unos 60 millones de años tras una erupción volcánica. Podrá admirar las impresionantes vistas mientras camina por los acantilados que dominan la Calzada antes de abordarla. Dedique al menos dos horas a este singular lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El recorrido regresará a Belfast con un impresionante recorrido por la campiña de Antrim y una parada en The Dark Hedges. Este atractivo paisaje, concebido como un elemento paisajístico cautivador para impresionar a los visitantes al acercarse a la entrada de la mansión georgiana, Gracehill House. Dos siglos después, los árboles siguen ofreciendo una vista magnífica y se han convertido en uno de los fenómenos naturales más fotografiados de Irlanda del Norte.
Finalmente, el recorrido se dirige a Belfast y al Museo del Titanic. Repleto de exhibiciones interactivas, videos y una experiencia en 3D, ofrece una mirada profunda a la historia del Titanic, desde su concepción, su trascendental viaje inaugural y su memorable descubrimiento en el fondo marino del Atlántico Norte.
Podrás pasar algo de tiempo libre descubriendo la ciudad de Belfast antes de regresar a Dublín.