Las Arenas de Wahiba son un extenso mar de ondulantes dunas rojizas y blancas plateadas, algunas de las cuales alcanzan alturas de hasta 200 metros. Este vasto desierto alberga una diversa flora y fauna, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza. Los patrones siempre cambiantes de las dunas ofrecen un escenario perfecto para los amantes de la fotografía. Dependiendo de la temporada, también tendrá la oportunidad de visitar una casa beduina local, donde podrá disfrutar de café omaní y dátiles.
A continuación, le trasladaremos al exuberante oasis de Wadi Bani Khalid. Este remanso de paz ofrece un marcado contraste con el paisaje desértico de Wahiba. Aquí encontrará una piscina natural de aguas cristalinas y profundas, que ofrece un remanso de paz y bienestar. La combinación de estos dos paisajes contrastantes crea una experiencia inolvidable.