Tan cerca y tan lejos. Córcega y Cerdeña son como dos hermanas que se mudaron a países diferentes y están separadas no sólo por el mar sino también por la cultura. Esta excursión de un día a la ciudad de Bonifacio, situada en un acantilado, en el sur de Córcega, es la manera ideal de conocer la región más salvaje de Francia.
Después de conducir hacia el norte de Cerdeña para tomar el ferry en Santa Teresa, realizarás la travesía de 50 minutos. Precariamente construido sobre acantilados de 70 m de altura, el puerto con forma de fiordo de Bonifacio es todo un espectáculo. Subirás a un minitren hasta el centro antes de realizar una visita guiada a esta vertiginosa ciudadela de estrechas callejuelas muy concurridas. Habrá un descanso para almorzar, seguido de tiempo libre por la tarde.
Mientras paseas por las calles adoquinadas, seguirás los pasos del hijo más famoso de Córcega, Napoleón, que planeó su invasión de Cerdeña desde aquí. Busque antigüedades, artesanías y joyas en las tiendas que ahora llenan las casas antiguas, o diríjase al puerto para ver los yates ir y venir.