El Palais de la Cité, abandonado a finales del siglo XIV por los reyes de Francia, está formado por el edificio de La Conciergerie, el Palacio de Justicia y la Santa Capilla.
La Conciergerie empezó a desarrollar funciones judicionales tras el abandono por parte de los reyes, y parte de sus instalaciones se reconvirtieron en celdas, donde se encarcelaron a cientos de priosioneros a la espera de la guillotina durante la Revolución francesa. Su prisionera más famosa fue María Antonieta. Durante la Restauración, se erigió una capilla conmemorativa en el lugar que ocupaba su celda, la Santa Capilla. Junto con La Conciergerie, la Santa Capilla es uno de los edificios conservados más antiguos del palacio real de los Capetos en la isla de La Cité y está considerado uno de los ejemplos más magníficos del período Rayonnant de la arquitectura gótica francesa.