Contemplar cómo el cielo se ilumina con tonos anaranjados y luego se apaga en la oscuridad desde lo alto de un volcán es una sensación especial. Esta espectacular excursión le llevará al Etna, una visita obligada en Sicilia. Subirá a casi 3.000 metros de altitud para contemplar la puesta de sol y después se relajará con una comida tradicional como colofón de su aventura.
Irás en minibús hasta el Etna y, cuando el terreno se vuelva más rocoso, cambiarás a un vehículo 4x4. A medida que avance hasta los 2.900 m sobre el nivel del mar -el punto más alto al que se puede llegar con seguridad-, se harán paradas para contemplar el duro paisaje lunar y las laderas cubiertas de lava de esta imponente montaña.
Asegúrese de llevar calzado cómodo y abrigarse bien, ya que a gran altitud hace frío. Después de admirar las vistas desde las proximidades de la cumbre, un guía alpino experto le llevará a una zona menos expuesta, a 2.500 m, donde podrá contemplar la puesta de sol en un lugar más cómodo. A la vuelta, pararemos en el restaurante de un chalet para disfrutar de una cena típica siciliana.